Quiero corregir mi conducta y cumplir tus mandamientos. Salmo 119.5, TLADios instituyó a la familia para cuidar del individuo desde su más temprana edad. De esta manera, crezco, me desarrollo y alcanzo la madurez, para luego también ayudar a otros.
No puedes pensar que las autoridades sociales y los organismos públicos son los únicos responsables del bienestar de la sociedad, y que ellos tienen la obligación de proveerme toda la educación. La sociedad será fortalecida si cada miembro de la familia desempeña su papel en ese sentido y lo hace con sabiduría y dignidad.
A los padres les corresponde el deber de rodearnos de cuidado y cariño, de modo que podamos tener un desarrollo y un crecimiento armoniosos en todas las esferas de la vida: en lo físico, lo moral, lo social, lo intelectual y lo espiritual.
Es importante que haya una relación saludable entre el hogar y la escuela, lo que me facilitará mi aprendizaje. Los maestros de las instituciones escolares necesitan ayuda con todo lo relacionado a mi educación.
Además:
• Muéstrate siempre dispuesto a contestar las preguntas que te hago.
• Elógiame y no te encargues sólo de revelar y destacar mis defectos.
• Háblame sobre el trabajo hecho en la escuela y muestra interés en cultivar el intercambio con mis maestros acerca de mis estudios.
• Recuerda que eres como el espejo en el que me miro. Si veo en ti dedicación al estudio y la reflexión de la Palabra de Dios, me sentiré motivado a estudiarla también.
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